El Respeto Por El Otro

 

Solía decir Rabí Israel Salanter z"l, quien sentía una dicha muy grande por el sol que alumbraba el mundo. Y solía decir: Realmente deberíamos amar el sol que nos alumbra y nos brinda calor, pero el hombre se acostumbró a amarse sólo a si mismo y no se alegra con aquello que beneficia a todos, sino con lo que lo favo­rece personalmente. Pero quien realmente cumple el precepto de "Amar el prójimo como a uno mismo", recibe su recompensa rego­cijándose con el bien que todo el mundo comparte con él. En cierta ocasión, Rabí Israel pasó Shabbat en la ciudad de Kaydan, ese Shabbat un niño de la comunidad tenía su Bar Miízva y se preparó en forma adecuada para leer la porción en la Tora. Sin embargo, por algún motivo no llamaron al niño a la lectura de la Tora. Después del rezo, salió Rabí Israel a caminar un largo rato junto con el niño para tranquilizarlo y alegrarlo, porque sintió el dolor de aquel niño como propio.

 

En otra ocasión, se cuenta que participó de la boda de un familiar y permaneció en la misma hasta muy tarde. Rabí Israel se quedó en un hospedaje y no regresó a su casa, por temor que al tocar la puerta se despierten sus vecinos y les robe el sueño!. Así es la estatura espiritual de los grandes Sabios de Israel, quienes plasmaban en su acción todo cuanto enseñaban.

 

 

Tomado Del Libro "Rabí Israel Salanter Una Vida Ejemplar" Autor Boaz Fariñas