El Respeto

 

Por: Joel Sosa

 

El respeto es una de las cualidades más importantes a tal punto que podría ser la base de las demás actitudes positivas. Inmediatamente si no respetamos al prójimo estaríamos desacreditando las demás cualidades ya que no se puede tener amor, simpatía o misericordia sin consideración a nuestros semejantes. Esta cualidad no es negociable, indudablemente si es mutuo o no el respeto, ya que debemos respetar al prójimo como igual en consideración de que respetamos lo que vemos para emular rendimiento al Creador Bendito sea que no lo podemos captar por medio de nuestros sentidos.

 

Hay que tener en cuenta también respetarnos a nosotros mismos, primero aplicando el principio en nosotros como prueba piloto para luego ejercerlo con los demás.

 

¿Cómo nos podemos respetar así mismos? Cuando tenemos en consideración que somos capaces de reconocer nuestras capacidades y habilidades, y no nos descalificamos continuamente, hablando negativamente de nosotros mismos. Cuando nos demos cuenta que cuando respetamos a otros nos respetamos también a nosotros mismo habremos entendido una gran verdad.

 

El tema del respeto es muy extenso y se divide en diferentes tipos; por ejemplo el respeto al Creador, Bendito sea, por medio del cumplimiento de las ordenanzas (bien sea los 613 Mitzvot para Judíos o 7 preceptos para Benei Noaj) mediante esto logramos respetar al Supremo Creador. También existe el respeto por la creación tomando en consideración mantener el orden natural por el cual HaKadosh BarujHu estableció las cosas sin alteración alguna. Este concepto no sólo se centra en respeto dentro del ámbito familiar si no también en la sociedad.

 

Como decía el Gran Rabí Akiva "ama a tu prójimo como a ti mismo que este es el mayor mandamiento que engloba a toda la Torá".

 

Tenemos que mostrar entusiasmo y respetabilidad con los demás ya que  D-os creó al mundo para que el hombre actuara éticamente en él.

 

El -Belzer Rebe dijo:

 

"Cabe resaltar que el hombre bueno haga acciones con el mismo entusiasmo que el malvado hace malas acciones".

 

 

Tomado Del Libro "Una Tacita De Café Con Musar" Libro Del Grupo Benei Or LaGoim. Avalado Por El Beit Midrash Rabí Moshé Ben Maimon.